¿Cómo puedo cambiar el comportamiento de otra persona?

En todas las interacciones humanas existen momentos en los que quisiéramos que la otra persona cambie su comportamiento. La madre con el hijo, en la relaciones laborales, de un amigo a otro, en la pareja; todos en algún momento sentimos la necesidad de cambiar al otro. Vivimos bajo la ilusión de que si le decimos al otro lo que necesita hacer, va a seguir nuestra instrucción o consejo. No es tan sencillo. Es común pensar, que la otra persona no tenga interés por cambiar, sin embargo las causas de todos los comportamientos son complejas y multifactoriales. Como diría el psicólogo, ganador del Premio Nobel, Kahneman, las causas de los comportamientos, no son lo mismo que las razones que damos para explicar lo que hemos hecho. Estas causas tienden a escapar a la razón, por lo que son inconscientes, automáticas, en gran medida dependientes del contexto.

Por ésto podemos considerar lo siguiente:

• Diferenciar entre lo que sí puedo controlar y lo que no: tengo mayor control sobre mi comportamiento que sobre lo que haga el otro.

• Identificar qué puedo hacer y qué puedo decir para influir en el otro. Un ejemplo es si quiero que el otro se calme, yo necesito transmitir calma para corregular al otro.

• Comunicarme con solicitudes en lugar de reclamos. Una solicitud clara incluye una descripción respetuosa del comportamiento que quisiera del otro, en lugar de una acusación de lo que no hizo.

• Abrir un espacio de escucha atenta con el otro. Si tenemos más información sobre los sentimientos y pensamientos del otro, podremos entender sus motivaciones para actuar en consecuencia.

• Modificar los contextos que promueven ciertos comportamientos. Los espacios y formas de interacción predisponen ciertos comportamientos. Cuando un niño tiene dificultades para regular el tiempo que pasa en pantallas, habría que modificar la disponibilidad de las mismas en sus espacios.

Estos son ejemplos que pueden apoyar en la reflexión propia para tener relaciones más funcionales. Son difíciles de llevar a cabo, pero son parte del desarrollo de un mayor inteligencia emocional, así como tienen mayor efectividad, si lo que buscamos es el cambio del comportamiento.

Si tienes interés de explorar esto a mayor profundidad, los siguientes recursos analizan la complejidad de lo que subyace el comportamiento humano:

Kahneman, D. (2011). Thinking Fast and Slow. Farrar, Straus & Giroux.

Video: entrevista a Daniel Kahneman https://www.rtve.es/play/videos/el-cazador-de-cerebros/daniel-kahneman-pensamiento-rapido-lento/6641848/